29/8/10

Justo en la Mira (2008)


Esta semana la película es algo más "contemporánea" que las pasadas (y dicho sea de paso: el análisis es más cortito), pues es muy entretenida y maneja muy bien el suspenso.

La acción se desarrolla en España. El presidente de Estados Unidos está allí debido a una alianza con otros países y va a pronunciar un discurso..., cuando de repente, ocurre un atentado terrorista: le disparan. Lo que vemos en la pantalla son ocho puntos de vista de lo acaecido; entre ellos un turista (Forrest Whitaker), una periodista (Sigourney Weaver) y un rudo agente secreto (Dennis Quaid), quien se hará cargo del espantoso caos que reina.

Esta película me gustó mucho. No es perfecta, pero cumple con su objetivo que es entretener. Entretención con toneladas de acción (balas, persecuciones, gritos, etc.) y suspenso ("¿qué rayos pasó?", "¡oh, así que eso era!", "¡nooo!" y otras exclamaciones de esa índole).  Destaca mucho en eso último, como les dije antes, porque la historia se va construyendo de a poco, y de este modo, los espectadores nos quedamos atrapados en el asiento, esparando a ver cómo va a terminar la historia, porque con cada giro se adquiere una nueva perspectiva.

La historia es muy inteligente. Su director, David Travis, supo dirigirla muy bien. Se preocupó de los detalles que la impulsan. Pueden imaginarla como una telaraña. Una telaraña que se va construyendo de a poco ante nuestros ojos. La principal misión del cine es entretener, y esta cinta destaca por eso. Detrás de las cámaras se nota un  gran esfuerzo realizado.

Debo admitir que quizás no se le pueden hacer mayores lecturas, pero me puedo servir de este argumento para colocarla en este blog: el cine nació para entretener. Justo en la Mira en verdad que no es mala opción para escogerla si alguna vez la ven con amigos, o si la están presentando por televisión. Pueden pasar un buen rato con ella, pero debido a la violencia que contiene es para jóvenes y adultos.

La foto, de Dennis Quaid, no es de la película y la saqué de Wikimedia Commons, gracias a la cortesía de Joey Gannon. Adapté la foto para mis necesidades.

22/8/10

El Hombre que mató a Liberty Valance (1962)


Sé que la semana pasada ya hablé de un western. Pensaba no comentar esta película por esa razón, sino hasta un tiempo más adelante, y porque aparte el elenco es casi el mismo. Sin embargo no sabía que otra cinta elegir, y dentro de todo El Hombre que mató a Liberty Valance es una joya que da para hablar...

James Stewart es Ransom Stoddard, un abogado que es atacado mientras viajaba por un facineroso llamado Liberty Valance (Lee Marvin). Lo encontrará Tom Doniphon (el siempre rudo John Wayne) herido, y será llevado a Shinbone, un pueblecito que tiembla al oír el nombre de Valance. Los problemas para Ransom están por comenzar...

John Ford nos presenta esta película de un carácter bastante profundo. Muchos personajes y situaciones tienen un contexto que deben subentenderse. No es un western que se quede ahí superficialmente con el único fin de entretenernos. No, es un western que ahonda en temas que bien podrían ser de política (no pienso mostrarme partidario de algún movimiento). Esto es algo interesante, porque todo va encajando a la perfección. Si bien destaca por aspectos técnicos a los que pronto me referiré, quiero detenerme primero en lo que no vemos de este iceberg, en cosas que probablemente el director tenía la intención de mostrar.

Como quiero conseguir que en este blog pueda invitar a la gente a ver buenas películas, trataré de no dar mayores rasgos del desarrollo de El Hombre que... (ejem... es bastante largo el nombre) para no arruinarles la trama. Sin embargo hay cosas que si se pueden contar.

Una situación destacable se da con un personaje muy interesante; es Pompey, un trabajador negro de Tom. No es un esclavo. La gente lo respeta y lo trata bien. Asiste a unas clases que empieza a impartir Ransom. Hay un momento de la película en que le preguntan como parte la Constitución de Estados Unidos, y la empieza a recitar, pero llega a un punto en que no sabe como es que sigue..., que es que todos los hombres somos iguales. Atrás suyo, colgado en una pared, se encuentra un cuadro del presidente Abraham Lincoln (que bien podría haber estado gobernando en el tiempo en que se ambienta el filme), que se oponía a la esclavitud...

Otra cosa digna de mencionar es a Liberty Valance; un personaje muy singular. Está muy bien interpretado por Lee Marvin y tiene un aspecto bastante estrafalario. Puede simbolizar una idea importante y que debe ser tomada en cuenta. No es un "malo" porque sí. Ustedes lo podrán notar cuando la vean, y no voy a referirme a esa idea ahora, para no arruinarles la película, pero si alguien quiere saber cuál puede ser, deje un comentario abajo y yo le responderé personalmente.

Un detalle interesante se encuentra en que la película está en blanco y negro, esto pertenece a los aspectos técnicos, y es una gran elección no haberla rodado en colores creo yo. La atmósfera conseguida y la historia misma no podían haber sido mostradas de otra manera. Shinbone es un pueblo oscuro y bajo el yugo de Valance, ¿acaso tan feliz panorama podía ser pintado con el hermoso Technicolor?. Es el mismo caso con la espectacular cinta Doce Hombres en Pugna.

La película en sí también es simple. Pero en el buen sentido de la palabra. No presenta grandes escenarios como lo hace Más Corazón que Odio y tampoco una gran historia (esto por lo que he leído, pero la vi y puede que sea verdad), pero el modo en que se desarrolla y los personajes carismáticos que presentan (fíjense en el periodista interpretado por Edmond O'Brien) la hacen única.

El Hombre que... (de nuevo la misma causa) es para todo espectador.

La foto (es un recorte de una más grande), de James Stewart, no pertenece a la película. La saqué de Wikimedia Commons.

15/8/10

Más Corazón que Odio (1956)


Más Corazón que Odio es un western que en su versión original se titula The Searchers. Lo dirigió John Ford y fue protagonizado por John Wayne, Jefrey Hunter y Vera Miles.

Wayne interpreta al frío y áspero Ethan Edwards, un veterano de la Guerra Civil, que llega a la casa de su hermana después de mucho tiempo. Cuando esta sea atacada por los indios comanches junto con la desaparicíon de su sobrina más pequeña, emprenderá una larga búsqueda para hallarla. Una búsqueda en donde lo acompañará Martin Pawley (Hunter), quien tiene ascendencia india. Cosa nada buena, porque Ethan siente un desprecio que cae en el racismo hacia los indios.

Más Corazón que Odio es buenísima. Sabe mezclar el drama, la acción y el humor a la perfección. Destaca también en su aspecto visual, ofreciendo imágenes espectaculares y de excelente calidad y la música de Max Steiner.

Algo que vale la pena mencionar en esta cinta son sus personajes. Todos tienen diversas personalidades. Eso si, sin caer en un muestrario de bichos raros (excepto uno, que ya lo verán). Podemos destacar los casos de Ethan y los indios, también.

Ethan odia a los indios. La búsqueda por su sobrina, Debbie es su nombre, pareciera ir más allá de lo que vemos en la pantalla. Pasan los años y no la encuentran. Aún así no se rinde. Lo que mueve a Ethan puede ser otra cosa. Que lo acompañe alguien como Martin (y tolerarlo, pues su actitud es temeraria e inmadura), ya es un logro.

Los indios son retratados con el clásico estándar de las películas de vaqueros antiguas. Son malos y hasta despreciables, tal es el caso del antagonista Scar, pero siempre abrá alguno que rompa con los cánones que se tiene. Aún así no quiero ofender a nadie, si hay alguien que tiene alguna relación con ellos.

Aprovechando que hace unos meses atrás publiqué el análisis de un spaghetti western (El Bueno, el Malo y el Feo), me parece interesante comparar los estilos entre los westerns italianos y los americanos.

En primer lugar, por lo que he visto en internet y en las películas, y he sabido por unos profesores, se ve claramente un contraste en el aspecto visual. Los westerns italianos son más "sucios", mientras que los americanos no. ¿Cómo es esto?, se puede ver en los edificios y en la ropa. En los primeros, los edificios se ven más desgastados y burdos. En los americanos son pulcros y bien presentados. Con la ropa ocurre el mismo cuento. Las muertes son mucho más exageradas en los italianos también; si disparan a alguien, va a girar sobre si mismo y caer teatralmente. En los otros simplemente caerá sin tanto show. Hay una exageración en la mirada europea del Lejano Oeste; es mucho más dramática.

Pero en fin. Si quieren ver una buena película de vaqueros, elijan esta. Entretiene y también hace reír
; algo que también aporta. Para jóvenes en adelante (no todo espectador, como había dicho antes; modificación: 7 de octubre de 2010).

Dos cosas más: La imagen, de John Wayne, no pertence a la película, y espero que les haya gustado el nuevo cambio de la página.

9/8/10

Rudy (1993)

Últimamente he publicado varias películas -excelentes películas, enfatizo- en blanco y negro y hoy terminé de ver Rudy. Un filme, en colores, que vale la pena ver... y comentar por su puesto.

Rudy Ruettiger (Sean Astin) aspira a convertirse en un jugador del equipo de fútbol americano de la universidad de Notre Dame. Su mundo gira en torno a eso, y por lo mismo pondrá todas sus ganas en ese empeño, pero le falta la condición física para ello. Aún así, está dispuesto a todo y contará con la ayuda de varias personas.

La película, además de ser entretenida, también tiene sus puntos interesantes. En primer lugar, analizando sus aspectos técnicos, puedo decirles que destaca enormemente la banda sonora de Jerry Goldsmith, que acompaña con bastante precisión momentos dramáticos de la cinta. En las notas -rápidas en varios casos, y altas también- de sus partituras se aprecian las situaciones por las que va pasando Rudy; como va luchando por sus sueños, como se va pegando porrazos también, y finalmente como se levanta...

Esto es destacable en la película. Es una historia -basada en una real- de superación. Rudy irá aprendiendo las enseñanzas que dejan las vivencias por las que pasa. Y sobre este aspecto moralizante me gustaría detener.

David Anspaugh, el director, cuenta la historia de un sujeto que da la impresión de ser de origen irlandés (o irlandés derechamente). También el ambiente en el que se mueve, la universidad de Notre Dame, tiene relación con esa nacionalidad, ¿que se desprende? (tocando este tema con cuidado, pues no todos lo son), que hay un gran catolicismo a lo largo de la cinta. Por lo mismo hay varias escenas en donde tratan de ayudar a Rudy, en donde está alguna imagen religiosa detrás, en segundo plano. ¿Pero, por qué puede ser interesante?, por el enfoque que se le da.

El director quizás asocia el aspecto moralizante de la historia desde un punto de vista más trascendental, sin caer en la mirada más universal en donde se ve de manera más humana esta virtud. Claramente nosotros, los humanos, no podemos arreglárnoslas solos en lo que nos proponemos. Necesitamos de la ayuda de un Ser Superior.

Pensando de este modo, también la película es bastante valiente de mostrarse así. Y en eso tiene agallas; otra virtud, y otro aspecto en la que destaca esta excelente cinta, apta para un público más adolescente, la calificación es para todos los públicos, a pesar de algunas groserías menores.

La información sobre el año de Rudy es de IMDb.

1/8/10

El Pibe (1921)

La última película muda que comenté fue El Mundo Perdido, de Harry O. Hoyt y hoy vuelvo con una nueva: una comedia protagonizada y dirigida por Charles Chaplin, muy emotiva y que obvio... saca sus risas. Risas con 89 años de antigüedad.

Una madre (Edna Puriviance) acaba de tener un hijo y el padre (Carl Miller), huyó de sus responsabilidades. Está desolada y no sabe qué hacer con el crío. Decide abandonarlo en un auto, que lamentablemente es robado por dos sujetos. Ellos, al descubrir al recién nacido, lo dejan en un callejón. Un Vagabundo (Chaplin, ¿quién más podría haber sido?), paseando por ahí, lo encuentra y adopta. El tiempo pasa y con él vendrán algunos problemas...

Me resulta difícil describir esta película, porque es muda. ¿En qué cosas me puedo detener, si no estoy acostumbrado a ellas?. El Pibe la preferí ver dos veces antes de comentarla, junto con "trozos sueltos" que vi después. Revisé en Wikipedia (me parece, que fue ahí; porque vi otros sitios también), que había una crítica social en ella y es verdad, pues lo comprobé; no es una historia sobre cómo ser padre y esas cosas. El Vagabundo sabe cómo cuidar del niño (Jack Coogan) perfectamente, pero claro... a su modo y como le resulta mejor, pues su pobreza no se lo permite como debería ser.

Sobre la crítica que podemos encontrar en el filme, yo diría que se mueve por las líneas de la caridad. Reconozco que ahora eso se me hace evidente, y lo notarán de inmediato cuando la vean. También van a hallar gente que tiene su propio concepto de esta virtud. Y ahí, Chaplin aprovecha de hacernos reír con sus payasadas silenciosas.

A propósito de "silenciosas", vi en Internet, que él, en los '70s compuso la música para la película (fuente IMDb)
. Supongo que vi la versión con sus partituras, que eran excelentes. Se apoyaba en instrumentos de cuerdas, que arrancaba en muchos casos, notas que reforzaban el dramatismo de la historia, así como también en otros, la jocosidad de los chistes.

También puedo decirles que El Pibe es bastante interesante a la hora de mostrar las emociones. Tal es el caso, al inicio de la película, con la madre; quién abandonada y triste, da la impresión de tener una carga con su hijo (lamentablemente piensa así), pues el padre no está y por ello es mostrada como mártir: con elementos gráficos, como puede ser una aureola que se le forma al pararse delante de un vitral al presenciar como salen unos recién casados de una iglesia, y deteniéndome en este punto, también existe un detalle acerca de un par de rosas que caen al suelo, que la novia bota -quizás- accidentalmente. Estén atentos cuando la vean.

Para finalizar; es una excelente comedia y mi primera película de Chaplin. Me atrevería a decir que la caracterización que le da a su personaje -el Vagabundo-, tan "formal", con bastón, chaqueta y bombín... pero pobres y a mal traer, ¿será algo así como una crítica a una aristocracia que se cree rica, pero que en verdad no lo es, al menos interiormente?. Compruébenlo ustedes mismos, y no se aburrirán cuando lo hagan, se los aseguro.

La película es para todo espectador. Prepárense para reír.