26/2/11

Conduciendo a Miss Daisy (1989)

Esta semana me alejo de los combates en mares lejanos, de encuentros cercanos del tercer tipo, terroristas y de la acción en general para concentrarme en una película más calmada; con una trama más cotidiana podríamos decir y, obviamente, que resulta ser un gran filme. Se trata de un trabajo del director Bruce Beresford, que en 1990 ganó el Oscar a Mejor Película.

Daisy Werthan (Jessica Tandy) es una anciana judía, cuya vida es ordenada y activa. Compra lo que necesita en el supermercado, se junta con sus amigas y maneja su auto... perdón, manejaba quiero decir, ya que aunque sea activa, los años van cobrando la cuenta. Boolie, un hijo suyo que es empresario, le contrata a Hoke Colburn (Morgan Freeman), un afroamericano, para que sea su chofer. Aunque Hoke sea bonachón y sencillo, y la señora Daisy sea estructurada y seria, entre ambos cosecharán una gran amistad, pese a sus claras diferencias.

Conduciendo a Miss Daisy es una obra maestra. Es sencilla y compleja a la vez. Por fuera pareciera no ofrecer gran cosa, pero por dentro es donde se muestra con todo su esplendor. Su gracia radica en los personajes y cómo se van desarrollando. En este aspecto todos aportan algo interesante.


Así podemos encontrar diversas personalidades que bien pueden reflejar, o representar, una idea. Hay diálogos en donde se filtra información interesante y que dan para hablar sobre temas que el tiempo convierte en clásicos. Por ejemplificar lo que les he dicho: en el momento de contratar a Hoke, a Boolie se le suelta la lengua (muy levemente)  cuando el futuro chofer de la señora Daisy menciona algo relacionado al matrimonio. No les doy más información para que lo descubran ustedes (y de paso así se animan a ver la película, espero).

Podemos notar por esa razón (entre otras) que en Conduciendo a Miss Daisy hay un notable trabajo tras la dirección. Es algo que últimamente he mencionado mucho en mis comentarios, pero creo que no puedo pasar por alto esa cualidad en esta cinta. Y también, si de dirección se trata, es destacable el hecho en que esta comedia se conforma, porque Hoke y Daisy Werthan dan pie para ser la "pareja dispareja", algo que en otros casos significaría un sinfín de situaciones absurdas y tontas, aquí se presenta con gran maestría y dignidad. En este sentido, repito que vale la pena aplaudir este filme, adaptado de una obra teatral que fue galardonada con un Pulitzer.

Está de más, creo yo, decir que Freeman y Jessica Tandy se lucen en su rol. De hecho,  ella por interpretar a la señora Daisy, se llevó el Oscar a Mejor Actriz Principal. Freeman no fue premiado por la Academia, pero hay que mencionar su gran actuación en Cine para Cinéfilos, sobre todo en ciertos momentos, tanto cómicos, como dramáticos.

Vale la pena mencionar el trabajo de los maquilladores en esta película. De hecho, uno de los Oscars fue por este aspecto. Pero... ¿por qué?, porque en Conduciendo a Miss Daisy, los años también pasan... y la gente cambia. Supongo que ya se estarán haciendo alguna idea, ustedes los lectores... no creo que haya gente que esté con el entrecejo arrugado tratando de adivinar a qué me refiero... y sobre todo por la pista que les acabo de dejar.


Antes de iniciar marzo, y a los que vivimos en el hemisferio sur, pienso yo que más precisamente en Chile, no es mala idea relajarse con esta estupenda cinta inteligente y profunda, que es apta para todo espectador. También en el norte del Ecuador, y en todo el globo en general, va mi mensaje, pero deben adaptarlo según su punto de residencia. Solamente les puedo decir que es un filme preciso para los que tienen los pelos de punta. Hasta luego.

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