El Hombre Elefante (1980)

John Merrick (encarnado magistralmente por John Hurt), sufre una terrible enfermedad que ha deformado casi en su totalidad su aspecto, a tal punto que lo han tildado "el Hombre Elefante". Por esa razón, un malvado sujeto -llamado Bytes- lo tiene en un circo de fenómenos. Frederick Treves (Anthony Hopkins), un cirujano, pasando por ahí, escucha sobre este pobre tipo y se interesa por él. De este modo lo acoge en el hospital donde trabaja. Lugar que a Merrick le traerá algunos problemas...

El responsable tras esta estupenda cinta filmada en blanco y negro -basada en la verdadera vida de Merrick-, es David Lynch. La película posee una gran fotografía -de la mano de Freddie Francis-, un excelente maquillaje (es cosa de ver al protagonista) y una estupenda banda sonora.

John Merrick es un gran personaje -muy profundo y llegará a un momento de gran clímax- y la actuación que le da Hurt, refuerza su personalidad. A todos los otros personajes que conoce conmueve. Así Treves se movió a hospedarlo en el hospital (y de paso la actuación de Hopkins también es muy buena) y otras personas a tratarlo bien.

El Hombre Elefante es una película que tiene un aspecto enfermizo; porque la atmósfera que se ve a lo largo de su duración parece algo así como un sueño, una pesadilla, y eso se puede notar claramente al inicio, con la música y las imágenes que para mí tenían un tinte surrealista. A la vez el Londres de finales del siglo XIX contribuye a dar forma a esto. Y la película a la vez conmueve y también "engancha" por los sucesos que vive Merrick.

El estilo de David Lynch en esta cinta también es interesante. Él le debe darle esa atmósfera de la que hablo. Por ejemplo muy buena es una escena donde aparecen otros fenómenos del circo caminando, a la vez que otras partes del filme, que debido a su misticismo (según yo), atrae.

Debo admitir que antes de verla no me convencía, me parecía mala. Pero ese prejuicio desapareció cuando unos amigos hablaron de ella junto a otros factores previos (que no influyeron mucho). Es realmente muy buena, pero que debido a la crudeza de la historia es para jóvenes en adelante.

La información -previa a ver la película- sobre el año de filmación es de IMDb.

Doce Hombres en Pugna (1957)

En una línea parecida a la película de la semana pasada -Caballero sin Espada-, aparece esta joya, que se sostiene casi en su totalidad por diálogos y situaciones magistrales en un solo lugar; en una habitación ocupada por doce sujetos -según mi impresión, cada uno con una personalidad o características particulares- que deben dar su veredicto unánime en un juicio que parece perdido...

El actor Henry Fonda forma parte de esos doce hombres que deben decidir si un chico sospechoso del asesinato de su padre es enviado a la silla eléctrica o vive. Fonda parece ser el único que tiene una "duda razonable" sobre el caso, mientras que el resto está decidido a mostrar el pulgar apuntando al suelo, pues las pruebas se muestran lapidarias.

Esta gran pieza del séptimo arte fue dirigida por Sidney Lumet y su genialidad es que se desarrolla casi únicamente en la sala donde deliberan estos Doce Hombres Enojados como dice la traducción literal de su título original (Twelve Angry Men).Puede parecer difícil, quizás, llevar a cabo una cinta de este tipo, pero factores como las actuaciones de tipos como Lee J. Cobb (como parte del jurado) y los argumentos pronunciados en la sala la elevan a un nivel superior.

También los aspectos técnicos contribuyen a esto. Destaca el uso de la cámara para aumentar la tensión, ocupando tomas en primer plano y el blanco y negro que ayuda al dramatismo en la narración. Cosa que le resulta, pues el ambiente en la sala es tenso; hay discusiones, hace calor y no pueden salir hasta que todos estén de acuerdo. Con colores no se podría mostrar esto de una manera adecuada. El blanco y negro le va perfecto. Pero esto es mi opinión, lo que digo posiblemente no sea así.

Algo en lo que vale la pena detenerse es en la caracterización de cada uno de los integrantes del jurado. Todos se distinguen por algo; y responden por esa misma razón a la forma en que plantean su punto de vista. Incluso por la misma forma de estar vestidos podemos darnos cuenta de la forma en que deliberarán; Henry Fonda, quien se mantiene neutral, viste de blanco y otro más puntilloso se mantiene formal todo el tiempo. A la vez el mismo oficio y la experiencia denotan en cada uno de los personajes lo que decidirán o como son. Y yendo más lejos todavía podría decir que algo deben tener los números de cada jurado pues se ordenan según este patrón, aunque tal vez eso ya no sea algo muy cierto, no sé, ahí verán ustedes si es que la ven.

Realmente una excelentísima película. Doce Hombres en Pugna es un filme que cualquier amante del buen cine debería ver y que posiblemente va a disfrutar. Es una historia para todo espectador, pero que por sus características los jóvenes en adelante la disfrutarán más.

Sobre el año, el director, el actor principal (Fonda) y el nombre -tanto en español, como en inglés- son fuente de IMDb. Y la imagen (no es un póster oficial) es de Profound Whatever.

Caballero sin Espada (1939)

Jefferson Smith (James Stewart) es un ciudadano estadounidense modelo; mantiene un periódico para niños, tiene conocimientos sobre los boy scouts y es una persona sencilla y derecha, de una sola línea. Cuando el senador de su estado muere, lo escogen a él para que represente a su gente. Aceptará el cargo... pero al llegar al Capitolio se enfrentará prontamente a la corrupción en un proyecto que él había propuesto.

Un filme clásico dirigido por Frank Capra marcado por un inmenso sentimiento patriótico personificado por la magistral actuación de Stewart. La película gira en torno a la corrupción y se vuelve una denuncia -manteniéndose neutral en las personificaciones- no sólo a la política, sino que también a la manipulación de la prensa.

La película resalta por sus apasionadas actuaciones. Es cosa de ver como Jefferson Smith y otros senadores se enfrentan verbalmente. La transformación del protagonista, en este tema, es notable; pues cuando se enoja es capaz de cualquier cosa, aunque en la mayor parte del tiempo se mantenga con su taciturna conducta.

Algunos aspectos interesantes de Caballero sin Espada están claramente en los mensajes que presenta: una pequeña crítica al racismo, una clara ofensa a la corrupción y a posiblemente al "formato" del ciudadano americano modelo: Jefferson Smith.

Una historia muy buena -que se sostiene por los diálogos-, duras críticas también y excelentes actuaciones componen a este recomendable, pero algo lento, filme.

Sobre mis fuentes: El nombre en español de la cinta (el original es Mr. Smith Goes to Washington) lo conocí gracias a un sistema de VTR para ver los horarios de los programas por televisión, así como el año de la cinta. El nombre del actor principal, y su papel, originalmente lo conocí por una biografía en el canal Biography hace tiempo.