
Esta semana la película es algo más "contemporánea" que las pasadas (y dicho sea de paso: el análisis es más cortito), pues es muy entretenida y maneja muy bien el suspenso.
Esta película me gustó mucho. No es perfecta, pero cumple con su objetivo que es entretener. Entretención con toneladas de acción (balas, persecuciones, gritos, etc.) y suspenso ("¿qué rayos pasó?", "¡oh, así que eso era!", "¡nooo!" y otras exclamaciones de esa índole). Destaca mucho en eso último, como les dije antes, porque la historia se va construyendo de a poco, y de este modo, los espectadores nos quedamos atrapados en el asiento, esparando a ver cómo va a terminar la historia, porque con cada giro se adquiere una nueva perspectiva.
La historia es muy inteligente. Su director, David Travis, supo dirigirla muy bien. Se preocupó de los detalles que la impulsan. Pueden imaginarla como una telaraña. Una telaraña que se va construyendo de a poco ante nuestros ojos. La principal misión del cine es entretener, y esta cinta destaca por eso. Detrás de las cámaras se nota un gran esfuerzo realizado.
Debo admitir que quizás no se le pueden hacer mayores lecturas, pero me puedo servir de este argumento para colocarla en este blog: el cine nació para entretener. Justo en la Mira en verdad que no es mala opción para escogerla si alguna vez la ven con amigos, o si la están presentando por televisión. Pueden pasar un buen rato con ella, pero debido a la violencia que contiene es para jóvenes y adultos.
La foto, de Dennis Quaid, no es de la película y la saqué de Wikimedia Commons, gracias a la cortesía de Joey Gannon. Adapté la foto para mis necesidades.